ELIGE BIEN TU COLOR DE PELO
Cambiar el color de pelo es lo más parecido a cambiar tu ADN, los resultados pueden quitarte años, resaltar el tono de piel y modificar tus rasgos. Es una decisión importantísima que debe tomarse seriamente, dejando de lado los impulsos.
Para empezar se deben considerar los colores personales, es decir, el color natural del pelo, de la piel y de los ojos. La mayoría de las tinturas quedan bien con las pieles claras, sólo hay que tener cuidado con las rojizas si la piel es muy rosada. Para las pieles morenas; los negros, los chocolates y los rubios oscuros combinan a la perfección. Con los ojos verdes los tonos rojos provocan un contraste muy interesante, es el mismo efecto impactante que resulta de la combinación del pelo rubio con los ojos azules.
Las “mechas” son tema aparte, en términos generales; no están de moda las muy ordenadas que nacen desde la raíz, las que están de última son las capas desde la mitad del largo hacia abajo, todo un reto para las Extra-lindas más conservadoras.
También es importante la estación elegida para realizar el cambio, las más apropiadas son la primavera y el otoño porque así el color combinará con el tono de piel y el clóset por los seis meses siguientes.
No es recomendable querer ir a la peluquería y salir con corte y color nuevo. El corte es el primer paso y cuando se está realmente contenta es el momento para seguir con el color. No hay que apurarse porque, después de todo, sólo las avestruces pueden esconder la cabeza en caso de catástrofes.
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