La clave de este estudio, llevado a cabo en la Universidad de Illinois, reside en el efecto interactivo que tiene unir ejercicio físico con una dieta abundante en proteínas. "Ambos elementos operan juntos con una mayor eficacia, corrigiendo la composición corporal; las personas pierden más peso, pero específicamente de grasa, no de músculo", explica Donald Layman, profesor de Ciencias de la Alimentación y Nutrición Humanas, en la citada universidad.
Una dieta alta en carbohidratos y baja en proteínas reduce la eficacia del ejercicio, según Layman.
Cuarenta y ocho mujeres adultas participaron en el estudio de Layman durante cuatro meses. Las integrantes de un grupo siguieron una dieta abundante en proteínas diseñada para contener niveles específicos de leucina, uno de los aminoácidos esenciales. Las del segundo grupo consumieron una dieta que tenía cantidades más altas de carbohidratos.
Ambos grupos ingirieron el mismo número de calorías, pero el segundo substituyó los alimentos ricos en proteínas de alta calidad, tales como carnes, lácteos, huevos y nueces, por alimentos ricos en carbohidratos, tales como pan, arroz, cereal, pastas y patatas.
Ambas dietas son efectivas porque, cuando se restringen las calorías, se pierde peso. Pero las personas con la dieta alta en proteínas perdieron más. Algunos expertos ven en esto una clara ventaja metabólica para la dieta abundante en proteínas.
El estudio incluyó dos niveles de ejercicio. A un grupo se le prescribió agregar caminatas a sus hábitos. Caminaron dos o tres veces por semana, sin sobrepasar los 100 minutos de ejercicio añadido. Mientras, requirieron al otro grupo realizar cada semana cinco paseos de 30 minutos y dos sesiones de levantamiento de pesas de 30 minutos. En ambos grupos de personas a dieta, el programa de ejercicios requeridos ayudó a preservar el tejido muscular magro y a perder grasa. Pero, en el grupo con dieta rica en proteínas y ejercicio alto, Layman observó un efecto estadístico significativo. Este grupo perdió más peso, y casi el 100 por ciento de la pérdida era grasa. En el grupo con carbohidratos altos y ejercicio intenso, entre un 25 y un 30 por ciento del peso perdido era músculo.
Aunque esta dieta rica en proteínas da resultado en cualquier persona, parece ser aún más eficaz para quienes tienen altos niveles de triglicéridos y concentran el exceso de peso en su abdomen, una combinación de problemas de salud conocidos como Síndrome X.
La dieta rica en proteínas bajaba llamativamente los triglicéridos y tenía un efecto estadístico significativo en la grasa del tronco, ambos factores de riesgo asociados a enfermedad cardiaca. El ejercicio ayudó a las personas que hicieron la dieta a perder en el área abdominal un porcentaje mayor de la grasa corporal.
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